Según el abogado, el entonces mandatario entrenó durante muchísimos años a Luis Donaldo Colosio Murrieta para ser Presidente de México.
Luis Donaldo Colosio Murrieta siempre fue el candidato del presidente Carlos Salinas de Gortari, aseguró Juan Velázquez, abogado de Diana Laura Riojas, viuda del priista.
En entrevista con Excélsior, Velázquez dijo que la esposa del candidato priista asesinado hace 30 años en Lomas Taurinas, Tijuana, a manos de Mario Aburto, le tenía animadversión a Carlos Salinas de Gortari y también a Manuel Camacho Solís. Señalaba a ambos de haber enrarecido el ambiente político que contribuyó a su muerte.
Colosio habría sido un gran presidente. Habría sido muy popular, además porque Salinas lo entrenó durante muchísimos años para ser presidente.
Si nosotros vemos la carrera de Colosio, que siempre fue el candidato de Salinas, diputado, en Sedesol, presidente del PRI”, aseguró el abogado penalista.
A pregunta expresa de qué le confió la viuda de Colosio Murrieta después del asesinato y convertirse en su abogado, Juan Velázquez dijo:
Imagínese, su esposo candidato del PRI a la Presidencia, ella queda viuda con dos niños, Luis Donaldo y Mariana, una niña de brazos y, además, enferma gravísima de cáncer que la mató. Ella sí le tenía una animadversión a Salinas, pero no porque pensara que mandó matar a Colosio, sino porque le atribuía el enrarecimiento del escenario político por el tema de Manuel Camacho, a quien también culpaba de ese enrarecimiento político que ella decía había contribuido al asesinato de su esposo”.
En opinión de Juan Velázquez, el asesinato de Colosio “fue una de las mayores desgracias que le pasaron al país, porque cambiaron el rumbo de la política económica en curso para que sucediera el llamado error de diciembre y todo lo que conllevó”.
Desde su experiencia como penalista, el magnicidio “fue exhaustivamente investigado, primero por una Fiscalía, a cargo de Miguel Montes, luego la de Olga Islas, interrumpida por el desastre de un alucinado fiscal —Pablo Chapa Bezanilla—, que acudió al esoterismo para seguir investigando; pero luego retomada de una manera muy atinada por el fiscal Luis Raúl González Pérez.
En esos años de investigación, llevada a cabo por esos fiscales, por equipos de profesionales, tanto nacionales como extranjeros, se concluyó sin ninguna duda de que Mario Aburto había sido el asesino de Luis Donaldo Colosio, en tanto los dos disparos de su arma, un revólver Taurus, que se le quitó en cuanto este hecho en flagrancia”, comentó.
Para Velázquez, que fue abogado del expresidente Luis Echeverría, en los juicios por la Guerra Sucia, la historia del segundo tirador que ahora tratan de resurgir, no tiene ningún fundamento,
Al señor Aburto se le detuvo en el momento, en flagrancia, con el revólver, con dos casquillos percutidos y la ojiva que perforó el vientre de Luis Donaldo, fue encontrada en el suelo, y por dictámenes balísticos se dictaminó que correspondió a esa arma de fuego.
Pero además, porque el señor Aburto siempre reconoció haber sido autor de los dos disparos y para que además, en su juicio los reconstruyera, aunque con la justificación de que no había querido matar a Luis Donaldo, sino nada más herirlo, primero que por un golpe que recibió en un brazo fue que se produjo el segundo disparo, bueno, lo que fuera.
No hay ni duda de que Aburto fue el asesino, ni duda. Pero bueno, qué difícil creer que el asesinato de un personaje como Colosio, y en esas circunstancias, fuera producto de un asesino solitario y no el de un complot; un complot de Estado, y bueno, para más, complot en el que estaba el presidente de la República, Carlos Salinas de Gortari.
Nada más que las balas que mataron a Colosio, mataron también a Salinas, políticamente hablando, porque Salinas se quedó sin candidato, si tener a nadie que lo sustituyera, y sin más remedio que de imponer al señor Zedillo, y para que viéramos cómo le fue en su proyecto económico y con el error de diciembre, pero luego políticamente con la persecución a Carlos Salinas y el encarcelamiento de su hermano Raúl. Digamos, a los 30 años, ya no hay nada más que investigar, nada, pero bueno”.