El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó el viernes su apoyo al líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, después de que el senador pidiera nuevas elecciones en Israel, lo que constituye la última señal de que la relación de Estados Unidos con su aliado más cercano en Oriente Medio se encamina hacia una fractura a causa de la guerra en Gaza.
Schumer, un demócrata judío de Nueva York, hizo temblar a ambos países esta semana cuando dijo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha “perdido el rumbo” y advirtió que “Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria” a medida que sigue aumentando el número de muertos palestinos.
“Dio un buen discurso”, dijo Biden en el Despacho Oval durante una reunión con el primer ministro de Irlanda. “Creo que ha expresado preocupaciones serias compartidas no sólo por él, sino por muchos estadunidenses”.
El presidente, también un demócrata, no repitió el llamado de Schumer para que Israel convoque a elecciones, un paso que probablemente pondría fin al mandato de Netanyahu debido al creciente descontento con su liderazgo.
Pero los comentarios de Biden reflejan su propia frustración con el primer ministro israelí, quien ha obstaculizado los esfuerzos para ampliar la ayuda humanitaria hacia Gaza y se ha opuesto a la creación de un Estado palestino independiente.
El último punto de fricción ha sido la intención de Israel de perseguir a Hamas hasta Rafá, una ciudad del sur de Gaza a la que han huido 1.4 millones de palestinos desplazados por los combates en el norte. La oficina de Netanyahu dijo el viernes que aprobó una operación militar que implicaría el desalojo de civiles, pero algunos funcionarios estadounidenses están preocupados por la posibilidad de un mayor derramamiento de sangre.