Un paso más cerca de la Luna aunque SpaceX haya perdido el cohete
El tercer despegue de Starship, el mayor cohete jamás construido por el ser humano, ha despegado desde Starbase. Lo ha hecho poco después de las 14:25 tras varios retrasos. El resultado es agridulce porque, aunque el despegue ha sido un éxito, SpaceX se ha visto obligada a dar por perdida la segunda etapa durante su reentrada.
Desde Texas, al espacio. La tercera misión de Starship comenzaba con éxito, con un despegue impecable al menos en apariencia, salvo por varios retrasos que han llevado al vehículo a encender motores a las 8:25, hora local, las 14:25 hora peninsular (CET).
El despegue se realizaba, como los anteriores, desde Starbase, las instalaciones de SpaceX en Boca Chica, Texas. Es en este sitio donde la empresa propiedad de Elon Musk cuenta con la infraestructura necesaria para ensamblar y hacer despegar estos colosos.
SpaceX contaba con una ventana de lanzamiento de 110 minutos que se abría a las 07:00, hora local, pero a partir de las 12:04 CET la empresa comenzaba a anunciar algunos atrasos como consecuencia de embarcaciones situadas dentro del perímetro acotado por medidas de seguridad.
Cambios relevantes. El despegue era tan solo el inicio de esta misión, que venía con importantes ajustes. Algunos obvios, como solucionar los problemas que llevaron al fracaso (o éxito parcial) a las primeras intentonas. Otros cambios, relacionados con los objetivos puestos a la nave.
Las dos primeras demostraciones en órbita han transcurrido con éxito. La primera era la apertura y cierre de la bahía de carga de la nave, una operación que da vía libre al uso de esta nave como vehículo para poner en órbita cantidades masivas de satélites Starlink, la constelación de satélites de telecomunicaciones de la empresa estadounidense.
La segunda operación era una transferencia de combustible entre tanques de la nave. Esta maniobra es una de las operaciones que la nave necesitará replicar para sus repostajes orbitales. Esta maniobra también parece haber discurrido correctamente.
Problemas en órbita. Hasta ahí todo ha sido más o menos correcto, pero el primer problema ha venido en la prueba de reencendido de los motores raptor de la nave, que no se ha producido. Este proceso no era relevante de cara al vuelo de la nave, que ya se mantenía en su senda orbital, camino a aguas del océano Índico.
Aquí estaba otra de las diferencias entre este tercer vuelo y los anteriores. Si bien los primeros despegues de Starship tenían como objetivo rutas casi orbitales, la tercera misión estaba programada para ser más corta. Menos de una hora después del despegue, Starship iniciaba las maniobras de regreso a la Tierra.
Aquí es donde se ha producido un nuevo problema. La reentrada era otro de los puntos sensibles ya que no estaba claro si el escudo térmico de la nave aguantaría intacto. SpaceX ha perdido contacto con la nave durante la fase de reentrada, lo que nos hace intuir, a falta de confirmación, oficial, que el vehículo se ha perdido al no soportar la reentrada.
¿Y Super Heavy? Las maniobras de la primera etapa del vehículo, Super Heavy han sido, al menos, otro éxito parcial. Los motores de esta etapa han completado sus fases de encendido-apagado-reencendido y esta etapa ha completado correctamente su maniobra de regreso a la Tierra.
Sin embargo no se esperaba recuperar esta etapa en esta fase (tampoco la nave principal), pero aún no sabemos si el aterrizaje ha ido del todo según lo previsto.
Primeros intentos. El primero de los intentos de hacer orbitar este coloso fracasó debido al fallo de sus motores. La fracción de los motores raptor de la primera etapa que falló fue demasiado elevada para hacer que el enorme vehículo alcanzara la órbita (o siquiera llegara a la “frontera” espacial).
Los fallos que llevaron al segundo intento a fracasar fueron algo más complejos, ya que Starship alcanzó la fase de separación con Super Heavy. A partir de ahí, cada etapa acabó destruida por distintos motivos.
En el caso de la primera etapa fue un fallo en el reinicio de los motores sucedida por una explosión en uno de ellos la que abocó a Super Heavy a su prematuro final. En el caso del la etapa principal, Starship, su explosión respondió a la orden dada desde tierra al detectarse un fallo en el proceso de soltado de lastre de la nave.