“Se ve que yo lo amenacé, ok, pero nunca lo torturé. Yo era el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, yo no tenía necesidad de torturar a nadie”, dijo en entrevista a la BBC News.
El ex funcionario de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) contra quien pesan diversas órdenes de aprehensión en nuestro país, entre ellas, por tortura, y quien permanece en Israel, nación que no tiene convenio de extradición con México, narró cómo fue que la PGR intervino en el caso y se enteró de que los jóvenes presuntamente fueron asesinados, calcinados y sus restos lanzados en bolsas de plástico al Río San Juan, en Cocula.
Tomás Zerón mencionó que el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, le informó que iban atraer el caso que estaba en manos de las autoridades de Guerrero.
“La magnitud y la presión de este caso fue mayúscula. En ese momento se desplegaron más de 10 mil efectivos del gobierno federal, de elementos de la Marina, elementos de la Sedena, de la Policía Federal, de la Procuraduría General de la República», comentó.
“Todavía no teníamos una teoría de lo que había pasado, sino lo que yo hice fue el enviar policías, enviar peritos forenses para empezar analizar toda la información”, agregó.
El ex servidor público que también formó parte del Consejo Nacional de Seguridad Pública al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, aseguró que la PGR tenía conocimiento de que en Guerrero prevalecía la impunidad, mucho antes de que los estudiantes desaparecieran.
“En el estado de Guerrero, había impunidad en el gobierno local, particularmente en Iguala, derivado a que estaba incrementando mucho la delincuencia en esa zona y alguien que salía constantemente en todas estas investigaciones era el alcalde (de Iguala, José Luis Abarca Velázquez) y su esposa (María de los Ángeles Pineda Villa). Dos de sus hermanos de la esposa (Mario y Alberto, ‘El MP’ y ‘El Borrado’, respectivamente) del presidente (municipal) habían estado vinculados directamente con el narcotráfico”, expresó.
El ex director aseguró que en el caso de los estudiantes todo apuntaba directamente a la participación e instrucción del alcalde Abarca Velázquez.
“Las primeras detenciones en relación a este caso fueron varios, fueron varios policías municipales, algunos criminales que en sus declaraciones narran y describen qué es lo que había pasado con los estudiantes y es como nosotros llegamos al basurero”, apuntó.
Asimismo, subraya que las diligencias que se llevaron a cabo en las inmediaciones del basurero de Cocula y en el Río San Juan, se hicieron con apego a la ley.
“El día 27 de octubre (2014), 27 por la mañana, volamos de la Ciudad de México hacia Cocula. Nos traslada en unos vehículos de las Marina hacia el basurero. El almirante de Marina que estaba a cargo de Cocula, él me dice que hay 43 cuerpos en el lugar. Yo me quedo en el lugar esperando a que llegaran los peritos, tanto de la PGR como el equipo de antropología forense, el de los argentinos”, abundó.
El hombre que tuvo el mayor poder en materia de seguridad en el sexenio pasado dijo que su idea era primero llegar al basurero, pero cuando estaban sobrevolando el río, el detenido les dijo dónde habían tirado las bolsas.
“El detenido dijo: fue en este lugar donde, donde, nos paramos y donde tiramos las bolsas. El detenido nos dijo que había arrojado ocho bolsas en donde pusieron los restos de los estudiantes y dice que las aventaron al río; entonces llegamos a ese lugar, y él me dice: ‘ese lugar del basurero de Cocula’; que ahí los hicieron polvo para después ir a depositar sus restos al río San Juan.
“En la orilla del río había bolsas, no solo una, había unos restos de bolsas, no hicimos nada más, yo ordenó que aseguren el lugar. Yo instruyo a la parte pericial que programaran todo para realizar su investigación al día siguiente”, añadió.