En camiones, camionetas y casas rodantes, cientos de personas comenzaron a llegar hasta el extremo sur de Estados Unidos para manifestarse este sábado contra la «invasión» migratoria que dicen que afecta al país y «recuperar» la frontera.
«Únete a la pelea de Dios» llevaba escrito en su carrocería uno de los vehículos que llegó hasta un rancho en Quemado, un pueblo de Texas de 162 habitantes, con rústicas casas esparcidas en medio del valle por donde discurre el río Bravo o Grande, la frontera natural entre Estados Unidos y México.
Por ese río cruzan cada mes miles de migrantes que emprenden largas travesías desde América Central y del Sur en busca de mejores condiciones de vida en Estados Unidos, una cuestión clave en el debate de las elecciones presidenciales de noviembre.
Y es en el margen de ese río donde decidieron reunirse los activistas que se hacen llamar We the People («Nosotros, el Pueblo», como inicia el preámbulo de la Constitución estadunidense).