El fotógrafo y guía polar Piet van den Bemd captó con su dron increíbles imágenes de dos ballenas jorobadas alimentándose en la Antártida, donde los mamíferos crearon el famoso patrón matemático conocido como la espiral de Fibonacci.
Así, las burbujas desplegadas en la superficie del océano formaron la curiosa espiral que aparece a menudo en el mundo natural, desde la vida vegetal hasta la animal.
Durante esta técnica de alimentación, los cetáceos colaboran entre ellos, se sumergen en el agua debajo de sus presas y luego usan sus espiráculos para generar burbujas. Como resultado, crean una especie de ‘cercos’ que les ayudan a confinar a los peces y al krill en espacios más reducidos para atraparlos.
Esta última estrategia se llama alimentación con redes de burbujas y se basa en una cooperación cuidadosa entre dos o más ballenas jorobadas, según Van den Bemd que describió este proceso en redes sociales.
Asimismo, se detalla que a veces también utilizan las burbujas como herramienta para intimidar a sus rivales.