Un equipo internacional de paleontólogos localizó fósiles de un nuevo grupo de grandes gusanos depredadores denominado ‘Timorebestia koprii’ en un yacimiento del Cámbrico inferior ubicado en Sirius Passet, en el norte de Groenlandia. Los científicos consideran que estos ejemplares pudieron ser unos de los primeros animales carnívoros que colonizaron los océanos, hace más de 518 millones de años.
Estos gusanos pertenecientes a una antigua dinastía de depredadores, nunca antes descritas por los científicos, llegaban a medir hasta más de 30 centímetros de largo, por lo que eran algunos de los animales nadadores más grandes del Cámbrico temprano. Además, presentaban aletas laterales, una cabeza con largas antenas y enormes mandíbulas dentro de su boca. El nombre en latín con el que fueron bautizados significa ‘bestias del terror’.
El autor principal del estudio, Jakob Vinther, de la Universidad de Bristol (Reino Unido) explicó que el Timorebestia era un depredador nadador. “Por lo tanto, podemos suponer que con toda probabilidad fueron los depredadores que dominaron los océanos antes de que despegaran los artrópodos [que aparecieron en el registro fósil hace unos 521 a 529 millones de años]. Quizás tuvieron una dinastía de entre 10 y 15 millones de años antes de que fueran reemplazados por otros grupos más exitosos”, señaló el experto.
Vinther subraya que estos animales “eran los gigantes de su época y habrían estado cerca de la cima de la cadena alimentaria”. “Eso lo hace equivalente en importancia a algunos de los principales carnívoros de los océanos modernos, como los tiburones y las focas en el período Cámbrico”, añade.
Los investigadores encontraron restos de un artrópodo nadador común llamado Isoxys dentro del sistema digestivo fosilizado de Timorebestia. “Son muy comunes en Sirius Passet y tenían largas espinas protectoras que apuntaban tanto hacia adelante como hacia atrás. Sin embargo, claramente no lograron evitar ese destino, porque Timorebestia los comió en grandes cantidades”, detalla Morten Lunde Nielsen, exestudiante de doctorado en Bristol que formó parte de la investigación.
Por sus características, “Timorebestia es un pariente lejano, pero relacionado, de los actuales gusanos flecha o quetognatos. Hoy en día se trata de depredadores oceánicos mucho más pequeños que se alimentan de diminuto zooplancton”, expone Vinther. Los fósiles de los gusanos flecha están dentro de más antiguos del Cámbrico.
“Hoy en día, los gusanos flecha tienen cerdas amenazadoras en el exterior de la cabeza para atrapar a sus presas, mientras que Timorebestia tiene mandíbulas en el interior de la cabeza”, describe Luke Parry, de la Universidad de Oxford, especialista que participó en el estudio, agregando que se trata de “un hallazgo realmente significativo para comprender de dónde proceden estos depredadores con mandíbulas”. “Esto es lo que vemos hoy en los gusanos de mandíbula microscópicos: organismos con los que los gusanos flecha compartieron un ancestro hace más de 500 millones de años”, aseguró.
“Nuestro descubrimiento confirma cómo evolucionaron los gusanos flecha”, afirmó Tae Yoon Park del Instituto Coreano de Investigación Polar, autor principal y líder de la expedición de campo. “Los gusanos flecha vivos tienen un centro nervioso distinto en el vientre, llamado ganglio ventral. Es completamente exclusivo de estos animales”, detalló el experto. “Lo hemos encontrado conservado en Timorebestia y otro fósil llamado Amiskwia”, añadió.
“La gente ha debatido si Amiskwia estaba estrechamente relacionada con los gusanos flecha, como parte de su linaje evolutivo. La preservación de estos ganglios ventrales únicos nos da mucha más confianza en esta hipótesis”, concluye Tae Yoon Park. Los resultados de este estudio se publicaron recientemente en Science Advances.