Con música y rodeado de sus seres queridos Rafael Díaz llegó a la que fue su segunda casa, la parroquia San José de Lomas, donde fue catequista por seis años y el domingo pasado participó en la celebración a la Virgen de Guadalupe.
De su casa a la casa de Dios, dijeron sus amigos.
Sobre el féretro de madera integrantes de esta comunidad católica colocaron una sudadera elaborada en memoria del conductor de la plataforma Didi asesinado el 12 de diciembre.