Más de 5 mil personas indígenas de diferentes municipios y comunidades del estado de Chiapas, en el sureste de México, iniciaron este sábado sus movilizaciones para visitar a la virgen de Guadalupe en la Ciudad de México, que celebra su día el 12 de diciembre. Así, recorrerán más de 800 kilómetros de distancia a pie o en automóvil.
“Tan solo el año pasado contabilizamos 790 grupos de peregrinos, ahora se está movilizando muchísima gente, más de 5 mil personas que pasan para diferentes puntos religiosos del estado y fuera, sobretodo se dirigen a la Ciudad de México o Oaxaca”, dijo a EFE Víctor Amezcua director de Protección Civil municipal.
Ataviados en sus trajes tradiciones los mayas tzotziles, choles, tzeltales, tojolabales, man y cachique comenzaron en los últimos días los preparativos de un viaje religioso y lleno de fe, de 12 días, desde el estado de Chiapas hasta el centro del México, otros más toman rutas hacia otros puntos ceremoniales para dejar tributo a la Virgen de Guadalupe “por los favores cumplidos”.
Antes de partir de su comunidad a los centros religiosos, ubicados en varios puntos del territorio mexicano, los peregrinos buscan la bendición y la protección de sus santos en las iglesias y capillas, “pues la protección es importante”, dijo a EFE Mario Gómez, predicador católico.
“Creemos que a través de la Santa Misa que escuchamos en cada capilla o iglesia donde pasamos es ahí donde se enciende nuestra fe, y la tenemos que regresar para compartir con nuestros hermanos”, añadió el religioso.
Desde la 05:30 hora local (11:30 GMT) de este sábado las capillas católicas abren sus puertas a los integrantes de las ‘antorchas’ o grupos de peregrinos que pasan ante el altar de la Virgen de Guadalupe y comienzan el tendedero de pequeñas velas de colores, seguidas de decenas de velas blancas, el lugar lo aromatizan con incienso, y comparten café, posh y pan.
Los peregrinos, que en su mayoría son jóvenes iniciados en la fe católica, son guiados por sus ancestros o por personas mayores quienes les trasmiten de manera oral esta tradición y dan recomendaciones antes de partir, también cuentan en su lengua materna pasajes bíblicos.
Este año muchos de los jóvenes, además de la peregrinación, tienen pensado ir en busca del sueño americano, migrar a Estados Unidos, por ello van en busca de la bendición de la Virgen de Guadalupe, como es el caso de Feliciano Ruiz un joven de 18 años que ha decidió ya no estudiar más y dedicarse a trabajar.
“Los sueños que he tenido es trabajar y ganar dinero o irme a Estados Unidos, ese es el sueño americano de casi todo chamula joven y se cumple”, expresó Feliciano a EFE.
Para Rocío Díaz es la segunda ocasión que se une a la peregrinación para agradecer un favor concedido por la virgen “ante todo mi salud, le agradezco eso, me contagié de COVID-19 y le pedí mucho que no pasara a mayores, y aquí sigo contándole, fue una etapa difícil y por eso voy agradecerle”.
Los jóvenes peregrinos se despiden con cantos, vivas y un desayuno en compañía de sus familiares y amigos para luego tomar los tráileres cargados de las ofrendas hacia el centro sagrado de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México, mientras que otros van hacia el estado de Oaxaca.
Este año se observó qué más mujeres indígenas se sumaban a estas kilométricas peregrinaciones con el objetivo de llegar a los recintos religiosos y venerar a la Virgen de Guadalupe.
Las comunidades con más movilizaciones son Zinacantán, Chamula, Comitan, Ocosingo, Tila, Chenalho, Larraizar, Villaflores, Ocozocoautla, Tuxtla, Chiapa de Corzo, Acala Teopisca, Tenejapa, con mayor presencia de católicos, expresaron autoridades eclesiásticas.
En México, según el Instituto de estadística, se mantiene un dominio de la religión católica ya que el 78 por ciento de su población se declara profesa, pero en Chiapas el porcentaje disminuye hasta el 54 por ciento.