Nuevo León amaneció con dos gobernadores, el constitucional, Samuel García quien luego del revés que le dio la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decidió retomar la silla de Palacio de Gobierno; y el interino, Luis Enrique Orozco, quien fue nombrado por el Congreso del estado.
La inédita e histórica situación en Nuevo León, motor económico del país, se dio por un pleito entre el gobernador emanado de Movimiento Ciudadano y las dirigencias del PRI y PAN.
La carambola política obligó, al menos momentáneamente a Samuel García a bajarse de la precampaña presidencial y por los tiempos electorales y el marco legal, podría ser definitivo.