Mientras el robo de camiones pesados es una constante en el país, y se ha elevado después de la pandemia, los transportistas y productores aseguran que el delito propicia que los precios de los alimentos tengan que incrementarse, algo que termina afectando el bolsillo de los consumidores.
Para el directivo, el delito es desalentador y grave para la economía de todos.
“Cuando uno de los camiones es robado, pierdes todo el producto, pero además, el transporte y la caja que lleva el contenido, no los vuelves a ver nunca. Ello propicia un costo monstruoso para el empresario, para el retailer (minorista) y para el consumidor. Es una cadena de golpes el tema de la violencia”.
Al explicar cómo el delito repercute en el precio de los alimentos, Castillo refirió que los costos de los seguros para los transportistas se han ido encareciendo porque con más frecuencia han reportado robos.