Ante las constantes olas migratorias que llegan a Ciudad Juárez, en la frontera de México con Estados Unidos, la ONU abrió un centro multiservicios de atención para migrantes en el que se ofrecerán servicios médicos y legales gratuitos.
El espacio, coordinado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), está financiado por diversas agrupaciones, incluyendo los tres niveles de gobierno, activistas internacionales, religiosas y asociaciones de la sociedad civil locales.
El centro Comunidad AVES (Acompañamiento, Valores, Educación y Salud) se acondicionó en una construcción de unos 600 metros cuadrados en dos pisos, dentro de la colonia Granjero, cerca del aeropuerto internacional de Ciudad Juárez.
Jeremy MacGillivray, jefe de misión adjunto de la OIM en México, dijo que en Comunidad AVES han identificado una gran necesidad de servicios de salud y apoyo psicosocial entre los migrantes.
También buscan acercamiento a diversos servicios de Gobierno para los migrantes.
“Algunos consulados tendrán presencia en la Comunidad AVES y hay algunas contribuciones de diferentes socios de la comunidad en Ciudad Juárez, incluyendo el Gobierno Federal y el Gobierno estatal”, agregó el funcionario de la ONU en una entrevista.
Añadió que inicialmente se abrirán estos centros en Tijuana y Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, y analizarán si tienen capacidad de abrir otro en Tapachula, en el límite sur.
Asimismo, considerarán algunos más en otros puntos estratégicos del país, para así acercar diversos servicios a la población que está en tránsito o buscando permanecer en México.
Ciudad Juárez es uno de los puntos focales del flujo migratorio “sin precedentes” de México y Centroamérica, como ha advertido la OIM, que este mes semana señaló un incremento anual de más del 60 por ciento de la migración irregular que atraviesa territorio mexicano en lo que va del año.
Yemen Guandique, migrante de Honduras, señaló que el centro es de gran apoyo para la población migrante que con dificultades ha llegado a Juárez.
“No fue un camino de rosas, este es un camino de espinas para todos, mucho sufrimiento. La travesía hasta llegar aquí a Juárez ha sido algo muy feo, se lo digo y no quiero acordarme a fondo porque me darían ganas de llorar, ha sido algo terrorífico”, indicó la usuaria del centro.
Un caso similar es el de Luis Martínez, quien llegó a Juárez desde Guatemala.
“A veces venimos bien lastimados, unos fracturados, quebrados, de todo pasa uno en la travesía para llegar hasta Juárez, gracias a Dios las organizaciones le apoyan a uno en medicina, en salud para poder salir adelante”, expresó.
Después de que el Instituto Nacional de Migración (INM) inició operativos para impedir que los migrantes se acercaran al río Bravo, fronterizo con Estados Unidos, y para bajarlos del tren, el flujo se redujo de millares que llegaban a diario a bordo del tren a unas cuantas decenas por día.