Este fin de semana será subastado un excepcional menú del restaurante de primera clase del Titanic. La carta, dañada por el agua, muestra lo que cenaron los pasajeros más adinerados del naufragado transatlántico el 11 de abril de 1912, tres días antes de que el buque chocara contra el iceberg que provocó su hundimiento en el Atlántico en cuestión de horas.
La casa de subastas británica Henry Aldridge & Son Ltd. estima que la pieza alcanzará un precio entre 60.000 y 70.000 libras esterlinas (70.000 y 86.000 dólares respectivamente) cuando salga a la venta este sábado en una subasta de recuerdos relacionados con el Titanic.
A pesar de los daños causados por el agua, los platos ofrecidos en la primera cena a bordo después de que el Titanic zarpara de Queenstown, Belfast, aun son legibles y revelan la opulencia de la que habrían disfrutado los pasajeros de primera clase, al incluir ostras, cordero con salsa de menta, tarta Bourdaloue de albaricoque y pudin Victoria.
Según la casa de subastas, el menú fue descubierto a principios de este año por la familia del historiador canadiense Len Stephenson entre las pertenencias de este, fallecido en 2017. Stephenson vivía en Nueva Escocia, adonde fueron trasladados los cuerpos de las víctimas del Titanic después del hundimiento, sin embargo, se desconocen los detalles de cómo consiguió el objeto.
Se cree que se trata del único ejemplar existente del menú de la cena de primera clase de esa noche en concreto, pues aún existen varios menús de la noche del 14 de abril, cuando se produjo el naufragio, pero no de las noches anteriores, según la casa de subastas.
Más objetos excepcionales
Otras de las curiosidades en la subasta de recuerdos del Titanic, en la que se venderán más de 200 objetos, incluyen un reloj de bolsillo recuperado del cuerpo de un pasajero y una cobija de tartán utilizada por uno de los sobrevivientes en los botes salvavidas.
El reloj, que se estima alcance un precio de hasta 80.000 libras esterlinas (98.000 dólares), fue recuperado del cuerpo de un pasajero ruso de segunda clase, Sinai Kantor, de 34 años, que trataba de emigrar a EE.UU. junto a su esposa, quien si sobrevivió al desastre. Aunque está muy corroído por el agua salada, las cifras hebreas en su manchada esfera aún son visibles.
Mientras, la manta de tartán fue obtenida por el vicedirector de la empresa propietaria del Titanic, Frederick Toppin, quien recibió a los sobrevivientes del buque en el muelle de Nueva York. El objeto fue calificado por la casa de subastas como “uno de los objetos tridimensionales más raro que hemos visto”, y se espera que se venda por hasta 100.000 libras esterlinas (cerca de 123.000 dólares).